¿QUÉ ES LA ORGANIZACIÓN INDÍGENA DE ANTIOQUIA?


  


Los Pueblos Indígenas de Antioquia, somos comunidades que habitamos estas tierras desde mucho antes de la llegada del hombre blanco. Hace muchos siglos éramos más pueblos, hoy en día sólo pervivimos tres: El pueblo Gunadule (también conocidos como Kuna o Tule); el pueblo Senú;  y el pueblo Embera éste último, según las variaciones lingüísticas y geográficas se reconoce como Chamí, que habita en la región andina; Eyábida que habita en la montaña; Dóbida que vive en las riberas de los ríos y Oibída que habita la selva. Estos tres últimos grupos también son conocidos como katios. 


El Pueblo Embera ha resistido a través de la historia gracias al mundo cultural heredado de Karagabí. Hoy se encuentran ubicados a lo largo del Occidente Colombiano con una población total de 49.686 habitantes. En Antioquia, en su mayoría pertenecen al Pueblo Eyábida con 10.785, siendo seguidos del Pueblo Chamí con 2.255 y el Pueblo Dóbida con 415. (Querido lector estas cifras están por actualizar con ultimo censo poblacional Dane).


El Pueblo Gunadule Olo Tule (Gente de Oro) habita además de Chocó y San Blas (Panamá), en el Urabá Antioqueño, en donde se encuentra el Resguardo Caimán con 1.027 personas de los 1.231 asentados en el país. Heredado de Paptumat (creador del mundo), anteriormente su territorio se extendía por Centroamérica y el norte de la cordillera occidental colombiana.


El pueblo Senú fue una gran nación prehispánica, hoy pervivimos y nuestro proyecto de resistencia rescata nuestra cultura, históricamente arrebatada hasta el punto de perder nuestra lengua. La mayoría del pueblo Senú habita en los departamentos Córdoba, Sucre y Antioquia. En este último la población está ubicada en el norte de Urabá y en el Bajo Cauca con una población de 9.021 personas de las 34.566 registradas en el país.

 

En total, en el departamento habitamos cerca de 42.000 mil indígenas incluyendo los más de 2 mil habitantes indígenas del Valle de Aburrá que han llegado a la ciudad buscando mejores oportunidades económicas, académicas, o víctimas del continuo desplazamiento forzado causado por el conflicto armado.


Como resultado de la presión constante y las políticas de integración de la sociedad mayoritaria, que también conocemos como mundo Kapunía (para los embera), o waga (para los Tule), se nos han negado las posibilidades de construir un futuro propio. Nos han quitado sistemáticamente nuestro territorio, que es donde nos podemos reproducir como Pueblos, recreando nuestros mundos, consolidando identidades culturales que se apoyan en nuestras formas tradicionales de producción, administración y gobierno. 


Nuestra autonomía depende del respeto a nuestras autoridades tradicionales los Saklas, del pueblo Gunadule; las capitanías o sabedores de los Senú; y los Jaibanás y las parentelas entre los embera. También depende del respeto a las autoridades nuevas, como es el Cabildo, espacio en el que tienen lugar el gobierno autónomo y las asambleas comunitarias, estas últimas nuestra máxima expresión de poder popular.

 

El Movimiento Indígena creció en su organización al lado de los movimientos sociales y campesinos. Como lo fue el proceso desarrollado con la ANUC–Asociación Nacional de Usuarios Campesinos–, en la década de 1960 y 1970, en distintas acciones colectivas por el derecho a la tierra. Esta experiencia nos fortaleció y vimos la necesidad de crear una organización propiamente indígena, en donde reivindicaremos el territorio no como un medio de producción, sino como elemento vital para nuestra pervivencia cultural, la consolidación de nuestra Unidad comunitaria, y el ejercicio efectivo de nuestra autonomía. 


Basados en las ideas de nuestro líder Manuel Quintín Lame, nuestros hermanos del Cauca desde el año 1971, comenzaron a organizarse en el CRIC, Consejo Regional Indígena del Cauca. Otro paso importante para establecer organización nacional fue en 1980 con el Primer Congreso Indígena de Colombia. Toda esa semilla organizativa promovió en el departamento de Antioquia la creación de la OIA en 1985, tras 3 años de proceso organizativo a través de la figura Coordinadora Indígena de Antioquia. Nacimos como Organización reivindicando los cuatro principios de la hermandad nacional indígena: UNIDAD, TIERRA, CULTURA Y AUTONOMÍA, los cuales aún están vigentes en nuestra plataforma reivindicativa.


Somos un Movimiento Indígena que reclama el reconocimiento de una historia, una cultura y unos derechos muy particulares, pero que no se abstrae de las luchas políticas por una sociedad en paz y más justa. Interactuamos con sectores sociales que tienen similar clamor, y hablamos en muchas ocasiones desde los espacios que compartimos con ellos. De otros compañeros externos a nuestra cultura hemos apropiado conocimientos y planteamientos que nos fortalecen, generando alianzas estratégicas en la lucha por nuestra pervivencia.


Nuestra Organización


Nuestro proceso de construcción organizativa lleva varias décadas, pero su consolidación se da en el año de 1982, pero en 1985 adquiere su forma actual como Organización Indígena de Antioquia. La OIA nace como un movimiento social y político, de corte reivindicativo de derechos, con perspectiva étnica y soportada sobre los cuatro pilares del movimiento nacional: AUTONOMÍA, TIERRA, UNIDAD Y CULTURA. En el año de 1993 nos acogimos a la figura de asociación de Cabildos, formulada por el Decreto 1088 del mismo año, que le dio el carácter de entidades de derecho público a nuestras organizaciones regionales.

 

Aunque nuestra Organización es una institución de carácter público, el Estado no aporta ningún recurso para su funcionamiento, salvo los convenios interadministrativos que son celebrados para desarrollar proyectos, que si bien ayudan a generar desarrollo y bienestar, no fortalecen la figura institucional de la OIA. Por tal motivo recurrimos a la cooperación internacional, de quienes recibimos importantes recursos que nos ayudan a construir un desarrollo más equitativo, sostenible y en paz. Es importante aclarar, que si bien nos asumimos como movimiento social y político de comunidades de base, esto no se puede asumir como movimiento político-electoral.

 

Principales fortalezas de la OIA


Tenemos una Organización que nos ha permitido ganar confianzas entre familias, entre comunidades; tener acceso a la salud; tener nuestros propios maestros indígenas; recuperar parte de nuestras tierras, que estaban en manos de otros. Hoy tenemos más personas capacitadas y preparadas para la defensa de nuestros derechos como indígenas. A través de nuestras luchas a nivel nacional, hemos ganado presencia en muchos espacios políticos y tenemos recursos que antes no teníamos y que a pesar de habernos traído problemas, nos permiten fortalecernos internamente.

 

En estas décadas de historia, nuestra Organización ha logrado importantes avances en varias materias, lo que le ha merecido un reconocimiento en diversos ámbitos y una muy buena relación con las agencias de cooperación internacional. En estas décadas de lucha por un desarrollo con identidad, por la tierra, por la educación y por administrar nuestros recursos, reconocemos como principales fortalezas:


-       Fortalecimiento y crecimiento organizativo a todo nivel; la OIA está en todas las zonas en que hay comunidades indígenas en el departamento de Antioquia.


-       Un proceso de posicionamiento de la educación propia que da cuenta de más de 105 instituciones y más de 130 docentes en todo el departamento.


-       Gestión de proyectos y mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. 


-       Desarrollo administrativo y transparencia en el manejo de recursos; se ha organizado un sistema de administración que ha generado la confianza de las comunidades, instituciones y agencias de cooperación internacional.


-       Capacidad de interlocución con distintos actores sociales y políticos, que nos ha permitido generar estrategias de protección a las comunidades, como frente al fusil la palabra.


-       Contamos con técnicos indígenas que aun continúan en procesos formativos; no podemos tener un nivel de autonomía e identidad si no se cuenta con líderes calificados.


-       Los logros en materia territorial, por la vía de la lucha y negociación con el Estado; se han recuperado más de 350 mil hectáreas de tierra para nuestras comunidades.


-       Hemos ejecutado recursos en proyectos productivos y ambientales.


-       Contamos con fortalezas en el intercambio cultural y conocimiento con los otros pueblos indígenas y sus organizaciones.  


-    Los recursos de transferencia reconocidos a los Resguardos como entidades territoriales.


-       Fortalecimiento administrativo, financiero y de infraestructura.


-    Los programas de medio ambiente y territorio, de participación y derechos étnicos y el trabajo con género, han sido estrategias fundamentales para los propósitos políticos y de desarrollo de la Organización.


-       La diplomacia indígena ha mejorado el posicionamiento de la OIA y la denuncia de la vulneración de nuestros derechos a nivel internacional.



Objetivos estratégicos.

 

1.     Fortalecimiento Institucional y Administrativo. 

Fortalecer las capacidades institucionales para promover y potenciar el diálogo y accionar político e intersectorial en la región, la nación y  de cooperación, mediante la asignación eficiente de recursos sobre la base de los mandatos misionales del congreso de los pueblos.

 

 

2.     Democráticos y de Incidencia política.

Fortalecer la cultura democrática y de participación ciudadana de los pueblos que permitan una mayor representación política en los órganos de poder, contribuyendo a una incidencia política efectiva.

 

3.     Derechos humanos y Seguridad.

Promover y consolidar una cultura de respecto a los derechos humanos mediante la puesta en marcha de prácticas propias de prevención, articuladas con la institucionalidad para la garantía del pleno goce de la promoción y protección de los derechos de las comunidades. Fortaleciendo enfoques centrados en el ser humano que contribuyan con las causas sociales, económicas y culturales de los pueblos. 

 

4.     Desarrollo Integral.

Construir e impulsar estrategias eficaces de cooperación y relacionamiento intersectorial para el desarrollo económico, social y cultural, de manera integral, inclusiva y sostenible, tomando en cuenta lo establecido en los mandatos del congreso 

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